martes, 9 de junio de 2009
viernes, 5 de junio de 2009
DIÁLOGO DEL ABSURDO
En el café de los árboles bajo la luz de un candil que por luz desprendía, podría tranquilamente sustituir a la elecricidad en futuros malos tiempos. Marcos y Carlos hablaban y bebían. Marcos bebe lento, deja la copa sobre la mesa y habla.
-La policía estaría harta contenta, si te dignases a visitarlos-
-No puedo más que alegrarme de tanto interes por mi persona. Lamentablemente no podré complacer sus anhelos -
-Tarde o temprano acabarán encontrándote-
-bueno, ellos cobran por esa molestia y yo no obtengo beneficio alguno por la deferecia de ponerselo fácil-
-¿Pedimos otra copa antes de que apague el candil?-
-Pidamos, aunque no creo que la luz nos abandone está noche-
-La policía estaría harta contenta, si te dignases a visitarlos-
-No puedo más que alegrarme de tanto interes por mi persona. Lamentablemente no podré complacer sus anhelos -
-Tarde o temprano acabarán encontrándote-
-bueno, ellos cobran por esa molestia y yo no obtengo beneficio alguno por la deferecia de ponerselo fácil-
-¿Pedimos otra copa antes de que apague el candil?-
-Pidamos, aunque no creo que la luz nos abandone está noche-
jueves, 4 de junio de 2009
puntos suspensivos
Tumbado sobre su cama, reconstruia una y otra vez la noche del accidente. Intento todas las convinaciones posibles sin conseguir nada. Cuando su cuello fué sesgado por trigesima vez al contacto con el cristal delantelo, decidió que ya era hora para el desayuno...
miércoles, 3 de junio de 2009
El Salón oscuro
Recorrió con el brazo la mesa del salón. La luz que entraba de las persianas bajadas le dió algo de fuerza. Desconocia las razónes que su mente le había dado para entrar en ese lugar, de todos modos allí estaba y no tenía prisa. Nadie le esperaba en otra parte.
Poema para el cumpleaños de Yolanda
TIEMPO PARA YOLANDA
Vinimos para ser presentados.
A la altura de Atocha,
con los relojes parados.
Yolanda recoge la cuerda,
y muestra un semblante descalzo.
Yolanda palabras serias,
que cuelgan de un cuento anidado.
Ha venido a verla un sueño,
que no desea ser tratado.
-tengo carácter ¿y qué?
Lo saco cuando es necesario.
No hay lugares en la calle,
donde no yo no haya llorado.
Yolanda cuelga la ropa,
En las cuerdas del tejado.
Ha cerrado una ventana,
habla con cierto descaro.
-Soy el fruto de mi vida,
de la pasión y el desencanto,
soy alegría y congoja,
soy el puerto y todos sus barcos.
Con la mano izquierda abierta,
y los ojos entornados
Levanta su rostro a la par,
De la frase que ya ha empezado.
Vinimos para ser presentados.
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