jueves, 4 de junio de 2009

puntos suspensivos

Tumbado sobre su cama, reconstruia una y otra vez la noche del accidente. Intento todas las convinaciones posibles sin conseguir nada. Cuando su cuello fué sesgado por trigesima vez al contacto con el cristal delantelo, decidió que ya era hora para el desayuno...

No hay comentarios:

Publicar un comentario